Este mes de Julio hemos elegido para nuestras Conversaciones en Cultura centrarnos en  'Los públicos de la cultura'. Hemos entrevistado a dos profesionales que conocen bien cuales son las realidades y también  los retos  a los que se enfrentan las instituciones tanto públicas como privadas a la hora de dar respuesta a las necesidades de unos públicos que han ido transformándose y renovándose a un ritmo cada vez más rápido. Jaume Colomer, una verdadera referencia que conoce de primera mano qué está pasando en artes escénicas, y por supuesto en otros sectores culturales, nos ha respondido en una videoentrevista que colgaremos en breve y por otro lado Lina Ubero, jefa de Programas Públicos del Museu de Ciències Naturals de Barcelona, nos ayuda en esta ocasión a entender mejor cómo un museo como el Blau, decano en Barcelona, ha transformado la manera en que su discurso llega a sus audiencias.

Nos reunimos con Lina en una sala del Museu Blau, un edificio que destaca poderosamente en el entramado de construcciones emblemáticas que pueblan el Fòrum. Desde el hall, la famosa ballena que apareció en la playa de Llançà hace 150 años y  bautizada por votación popular con el nombre de Brava, preside la escalera de acceso recogiendo una tradición que comparten otros museos de ciencias alrededor del mundo. Brava nos da la bienvenida y nos adentra en las diferentes historias que se muestran tras las paredes del Museu Blau.

Hablamos con Lina

  1. El Museu de Ciencies  Naturales de Barcelona es uno de los pocos con un departamento específico para Programas Públicos así que es probable que haya personas que no sepan que se cuece allí. Cuéntanos que haceis...

En realidad sí hay otros museos con un departamento de programas públicos aunque quizás no se llamen así exactamente. En nuestro caso, nos encargamos de todos los ámbitos y temas relacionados con el servicio al público. Así como tenemos el área de colecciones, en programas públicos encontramos el departamento de comunicación,  el de actividades, el de exposiciones, y también el de atención a los públicos.Este equipo se encarga de recoger, de recibir toda la información para después transmitirla  a los otros departamentos para que, tras una reflexión, podamos elaborar los programas  de acción no sólo para los públicos, sino también para los no públicos.   

2. En 2006 participaste en la mesa de patrimonio del  PEC de Barcelona donde se llegó a esta conclusión: 'No conocemos a nuestros públicos. Faltan estudios exhaustivos'. ¿Ha mejorado la situación de los museos públicos en este sentido, casi 10 años después?

El panorama es completamente diferente.  Tenemos muchísima información y hemos acumulado una gran cantidad de datos, el problema ahora es la falta de capacidad para cruzar todo ese conocimiento para extraer datos relevantes con los que llegar a conclusiones que podamos utilizar en la programación de las instituciones. Actualmente, estamos a un nivel equiparable a otros centros europeos, sin embargo toda esa información no traspasa a todos los departamentos; las decisiones frecuentemente se toman sin tener en cuenta todo ese conocimiento, porque además la estructura interna de los museos aún no trabaja en la transversalidad. El reto ahora no es tanto elaborar estudios exhaustivos sino llevarlos a la práctica, ponerlos en la orden del día

3. Os definís como  “Museo de proximidad situado en la periferia”. Con tres sedes bien diferenciadas Jardí Botànic de Barcelona, Museu Blau y el Jardí Botànic Històric ¿ hay mucha diferencia entre los perfiles de visitantes de cada espacio?

Tenemos una diversidad enorme en el perfil de nuestros visitantes y esto es, realmente, una suerte. Además del público que paga, en la sede de Ciudadella, donde se alberga una parte muy  importante de la colección y el centro de documentación existe un número muy importante de investigadores y colaboradores que trabajan con los más de 3.800.000 objetos de la colección, generando por tanto una cantidad elevadísima de conocimiento. Estos ciudadanos no se consideran visitantes, no están contabilizados como tal pero son tan importantes como los visitantes de las otras sedes, porque la red de conexiones sociales es extensísima. Mis colegas del departamento de colecciones cuidan muchísimo a estos usuarios, y nosotros trabajamos con ellos para conseguir responder a sus necesidades.

Por otro lado, los visitantes de los jardines botánicos son casi un 68% turistas, no residentes en Barcelona, adultos sin niños que viajan solos  o con amigos. Esto cambia drásticamente en el Museu Blau, donde tenemos el 72% es público familiar e infantil. En este caso, estas familias tienen un nivel cultural alto que exige una oferta de calidad y muy cuidada. No quieren un Port Aventura, buscan algo más.

Además somos un museo de proximidad. Estamos en el extremo norte de la ciudad en donde la diversidad de procedencias y nacionalidades es similar al del distrito de Ciutat Vella, con un índice de paro superior a la media de la ciudad y una edad media ligeramente  superior. Por otro lado, el desarrollo de la ciudad hasta los años 90 no contempló la existencia de ningún equipamiento cultural, ni bibliotecas ni centros cívicos ni por supuesto museos hasta que llega el Museu Blau. Poco a poco hemos conseguido que vinieran y lo hacen, sobre todo, los fines de semana. De lunes a viernes, nuestro público es sobre todo escolar, buscando actividades educativas.

4. El Museu de Ciencies tiene más de 130 años y por lo tanto, os habéis enfrentado a muchos retos para adaptar la institución a la sociedad y los nuevos requerimientos de una sociedad que cambia constantemente. ¿Como os enfrentáis ahora al reto digital?

Antes no disponíamos de un espacio con tantas posibilidades, así que al trasladarnos a esta nueva sede del Fòrum, hemos optado por una tecnología que se distinguen por ser muy racional y nos permiten, por ejemplo actualizar de manera inmediata la información científica que nos aportan nuestros investigadores. A través de un software específico, el público también puede acceder al mismo conocimiento que los usuarios más especializados; Por ejemplo, Planeta Vida es una exposición que permite mil lecturas, porque entendemos que la museología ha de estar al servicio del discurso. Sabemos que la mejor manera de transmitir un discurso es a través de las emociones, así que si es a través de tecnología, del objeto o del mediador que conseguimos hacer llegar el mensaje, todas estas opciones serán igualmente válidas y necesarias. Es decir, nos hemos adaptado a estas nuevas demandas, o requerimientos, de todas las maneras posibles, y lo seguiremos haciendo.

6. El público infantil  y familiar es uno de vuestros puntos fuertes. Cuéntame como os relacionáis con ellos.

Cuando abrimos hace cuatro años creamos un proyecto que llamamos en Nido de Ciencia con el convencimiento de que la accesibilidad debía ser imprescindible en todos los museos. Pocas veces los niños de 0 a 6 tienen pocos recursos en los museos, así que entendimos que teníamos que ofrecerles a través de una visión transversal un espacio que fuera la vez un recurso, un proyecto de actividades o una oferta dirigida al público infantil, que se ha convertido con el tiempo en un punto muy fuerte del museo y que se desarrolla en función de sugerencias que nos llegan. Por ejemplo, los fines de semana ofrecemos sesiones de 20 minutos en el Espacio Nido de Ciencia y hemos querido introducir elementos de la colección, originales, para trabajar con otros elementos pedagógicos; también hemos introducido nuevas actividades paraayudar a hacer crecer el proyecto. Todas estas sugerencias y propuestas de mejora hacen que Nido de Ciencia sea un proyecto vivo que junto con el discurso del museo y el soporte de pedagogos, dan sentido completo al proyecto Nacidos Para la Ciencia.

7. Además de una nueva web, este año además probáis con una app que conecta instituciones culturales de toda Europa. ¿Que esperáis conseguir con cada uno de estos medios? ¿Percibís distintos públicos entre las plataformas móvil y web?

La app de CloudGuide es un proyecto interesante porque conecta instituciones, y la suma de partes siempre es beneficiosa. Por otro lado, el público tiene que tener información accesible, y comparar, y saber si lo que ofrecemos es de calidad y  les parece interesante. Por otro lado, es una manera de conocer bidireccional: nosotros recogemos una gran cantidad de datos de visitantes digitales, a través de la web, de la agenda y también a travAlnos  nos so lado, ido de Ciencesravocer bidireccional: nosotros recogemos datospre es beneficiosa. Por otro lado, ido de Ciencés de las redes sociales.  La app es otro canal digital que nos conecta con un perfil de público joven que frecuentemente nos ayuda a actualizar contenidos. 379 000 personas nos visitan digitalmente, así que sumándolo a los visitantes presenciales son más de 524 000 usuarios. Son datos a tener en cuenta.

8. Esta pregunta te la hago como usuaria de canales de comunicación digital más allá ...¿Que esperas de una app como CloudGuide? ¿Que te gustaría encontrar dentro?

Yo no soy un buen modelo. Los que nos dedicamos a esta profesión, nos aproximamos a una aplicación con una visión muy técnica. A mi personalmente me gustan las audioguías pero también las app, porque quiero saber cómo llegan a los públicos. Así que aplaudo las app que van más allá de las audioguías. Creo que los millenials  cambiarán radicalmente el panorama actual porque demandarán gamificación, realidad aumentada, etc, Nuestro contexto es diferente al anglosajón y quizás aún no hay demanda para estos servicios, de momento es un sector de población pequeño. Sin embargo tengo colegas que son usuarios muy aficionados a las apps y las prueban todas porque saben que el futuro va por ahi.

9. ¿Te gustaría añadir algo más?

Me gustaría incidir en la importancia de los públicos. Debemos sensibilizarlos, recordarlos que son muy importantes, que su participación y colaboración es fundamental. Hemos de dejarles saber que nuestros cuestionarios y preguntas no son solamente declaraciones de intenciones sino una herramienta real para ayudarnos a definir mejor nuestra programación y que sin ellos, los museos se convierten en algo definitivamente menos vivo.

10. Gracias, Lina